200 … hay música que
no me gusta y no la escucho por segunda vez y no voy a oírla en
directo. Hay mucha música sobrevalorada. Tampoco me gusta buscar la
última versión de la música esa que se lleva tocando siglos una y
otra vez buscando su perfección, algo que se me escapa
¿perfeccionarla?. Las máquinas van a hacerlo mejor, al igual que
ya pasa en el ajedrez (con la diferencia que el ajedrez es una
competición y la música es un audioarte, quiero escuchar lo
hermoso, en breves las cosas ejecutadas y compuestas por máquinas
serán más hermosas que la de los humanos, en todo caso les costará
componer cosas feas, es posible que provoque un cambio de gustos
musicales en la élite escuchante musical y ...), llegado este punto
lo más lógico será organizar conciertos de máquinas musicales,
dado los desorbitados cachets de algunos músicos de moda... incluso
los hay (músicos) que tienen que ser esponsorizados para poder
tocar... hay músicas y músicos sobrevalorados y público
sobrevalorado, este tema me aburre. Ya no sé si estoy hablando de
música. También tengo una facilidad pasmosa para navegar de una
idea a otra y así complicar los textos que escribo.
CREO, cuando la muestro, raramente queda claro su significado. En esta polisémica voz he unificado otras palabras que me agradan: incierto, misterio, oculto, también firme, inmutable y mucho, creatividad o fantasía. Creo firmemente en lo antes citado y al pensar en ella, mi imaginación despierta y crea quiméricos espacios dónde poder colocarla. (los textos que aquí dejo, tienen como máximo 200 palabras, el nº que encabeza los escritos, es la cantidad de palabras que atesora la publicación).
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