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palabras oscuras, palabras luminosas, palabras abstractas, palabras
punzantes, dulces, grasas, agrias, dóciles, palabras fuertes. Es
curioso. Cuando pienso en el significado de las palabras, concluyo
que depende del lugar donde la coloco, la misma palabra puede ser
oscura, luminosa, abstracta, punzante, ambigua o fuerte u otra cosa.
Las palabras por si solas no resuelven nada, pero me llevan, en
ocasiones, a escribir una historia u otra sin que pueda controlarlas.
El todo es más, pero sin ellas no hay nada.
Fuerte.
Él es el más duro, es imbatible, es el más fuerte de todos. Fuerte. Él (tiempo después) por mucho que lo intente, desde que enfermó, no
es lo suficientemente fuerte para abrir la persiana del garaje, habrá
que cambiarla, habrá que llamar a unos persianeros o cómo coño se
llamen y que pongan una persiana automática, no aguanto más, su
vida ha cambiado drásticamente y lo que más me fastidia es que la
mía también, soy joven y fuerte, pero no lo suficientemente fuerte para pasar el resto de mi vida a su lado haciendo calceta,
puedes llamarme egoísta, pero quiero volver a tener un orgasmo,
quiero que me devoren. Julia, no hables así delante de la niña.